El Ayuntamiento se ha visto obligado a intervenir en las últimas semanas en la Ronda Norte, como consecuencia de las grietas aparecidas en esta vía. Son la consecuencia de los movimientos de tierra provocados por el venero existente en la zona, cuya canalización era deficiente. Para evitar que el problema siga agravándose, se han construido tres pozos con los que se pretende dirigir el caudal subterráneo de agua sin que provoque daños mayores. Desde el Ayuntamiento se insiste en que la Junta no ha dado respuesta al problema y que por ello ha tenido que actuar por responsabilidad. El alcalde, Rafael Llamas, considera que la continuación de la Ronda Norte sería la solución definitiva al problema, que se encuentra justamente en el nudo de conexión con la Calle Córdoba.